Pensaba si me libraría del tumulto de la celebración barcelonista, pero al final saliendo del tren en Paseo de Gracia hace poco más de una hora veo a todos los entusiastas vitoreando el paso del bus descapotable. Solo he quedado atrapado unos momentos con la bici...Y entonces entre el tumulto pasó ella. Para los demás, absortos con sus ídolos la mujer pasaba desapercibida, pero para mi la sonrisa que me dirigió tan de cerca no me resultaba desconocida. Por lo que sin más le espeté: "¡tan guapa como siempre!", a lo que me contestó : "muchas gracias".
Los niños también reconocíamos enseguida la belleza, y hoy la ví tan guapa y elegante como siempre. Yo ya soy un cincuentón, pero ella sigue siendo la misma de siempre. Y por supuesto con su peculiar y envolvente voz.
Sí, los tumultos no camuflan ni hacen pasar desapercibidas para mi la belleza y la elegancia.
Era Mónica Randall.
Sí, es una mujer espléndida, con mucha clase.Hace mucho que no la veo en los medios.
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